Lamento que mi educación musical sea tan reducida. En cualquier momento lo hago, la verdad sea dicha, aunque doy gracias a que puedo admirar una determinada parte de su dimensión la mayoría de obras. No obstante, cuando viene el momento de expresarme, de comparar, de describir, veo que falta tanto... y que me gustaría tanto que no faltase... En fin, que le vamos a hacer. Esto venía a colación de la doble audición de hoy, de dos conciertos para violín.
Por un lado, hoy recordamos que tal día como hoy de hace 250 años moría Pietro Antonio Locatelli, importante compositor y violinista italiano. Nacido en Bérgamo, estudió en Roma bajo la docencia de Arcangelo Corelli, donde trabajó inicialmente, para luego viajar a lo largo de Italia y Alemania, asentándose finalmente en Ámsterdam, donde llevó a cabo actividades que van desde la docencia a la venta de cuardas de violín importadas desde Roma. Fue considerado el Paganini del siglo XVIII por su estilo virtuosístico en la interpretación del violín. De entre sus obras destacan las sonatas para flauta del op. 2, el corpus entero de sonatas para violín, sus concerti grossi, y, quizás de entre toda su producción sobresalgan los doce conciertos para violín que componen la colección L'Arte del violino. De esta obra estandarte de su compositor me veo incapaz de seleccionar uno solo de los conciertos. De esta forma, lo hago al azar, eligiendo el tercero de ellos. Así, escuchamos el op. 3 nº3 de Pietro Antonio Locatelli, el concierto para violín nº 3 de la citada colección de conciertos para este instrumento, en la interpretación al instrumento solista de Elizabeth Wallfisch, acompañada de los Raglan Baroque Players bajo la dirección de Nicholas Kraemer.
El segundo concierto para violín que escucharemos hoy es el concierto para violín nº2 en Mi mayor, BWV 1042, de Johann Sebastian Bach. Aquí simplemente lo escucharemos, ya que, como lamentaba al comienzo, no puedo hacer más en relación a él más que alabar su belleza. En la próxima entrada del blog jugaremos algo más con él. Lo escuchamos en interpretación de Simon Standage al violín, junto al conjunto "The English Concert", bajo la dirección de Trevor Pinnock.
Hoy me gustaría dejar por aquí un trío de sonatas que en absoluto conocía y me han dejado muy asombrado. Se trata de las tres sonatas para viola da gamba y clave, BWV 1027-1029, de Johann Sebastian Bach. En principio había decidido poner la BWV 1029, pero encontré este vídeo que unía a las tres, interpretadas por Wieland Kuijken a la viola da gamba y Gustav Leonhardt al clave, intérpretes de excepción ambos.
En cuanto al BWV 1029 diré que el primer movimiento me ha recordado al primer movimiento del Concierto de Brandemburgo nº2 (BWV 1047), y supongo que serviría de inspiración o de base para la composición de la dicha sonata.
Disfrutad mucho de este bellísimo trío de obras, tristemente desconocidas, al menos por mí.
Hoy escuchamos una cantata, correspondiente a la celebración de la Natividad de San Juan Bautista. La cantata tiene el título de Christ unser Herr sum Jordan kam, esto es, "Cristo nuestro Señor vino al Jordán", que hace referencia a la preponderancia de la profesión del sacramento bautismal que llevaba a cabo el santo al que se celebra, y al episodio del bautismo de Cristo en el Jordán. De hecho, en el recitativo del tenor (el tercer movimiento) suena la famosa frase: "Él dijo: Este es mi hijo bienamado, en quien tengo puestas todas mis complacencias (Er sprach: Dies ist mein lieber Sohn, An diesem hab ich Wohlgefallen). Como curiosidad podemos remarcar la introducción instrumental en el primer movimiento, coral, con la intervención de dos oboes d'amore, que parecen emular el oleaje que el río, al fluir, produce. No obstante, algunos señalan que Bach más bien retrató un río de la Sajonia o de su Turingia natal que el Jordán, que más bien poco oleaje produce en las fechas de la natividad de San Juan Bautista, encontrándose en medio de un polvoriento y tórrido desierto. Escuchamos la dicha cantata, BWV 7, en la versión que dirigió Gustav Leonhardt, junto al Leonhardt Consort, el Coro del King's College de Cambridge bajo la dirección de David Willcocks, y, en los papeles solistas, el contratenor Paul Esswood como alto, Kurt Equiluz como tenor, y Max van Egmond como bajo. Una verdadera belleza de cantata, con un ambiente realmente místico en la austeridad de la orquestación y la parsimonia de la interpretación. Realmente impresionante.
Escuchamos hoy un interesante concierto para clave, el BWV 1057. Este concierto para clave dos flautas está compuesto sobre el Concierto de Brandemburgo nº 4. Esta revisión, esta edición revisitada del más alegre de los conciertos de Brandemburgo a mi modo de ver, versión que acabo de descubrir, me ha agradado sobremanera, y no puedo evitar estar deseoso de enseñarla. La escuchamos en versión de Inês d'Aena y Susanne Dick a las flautas de pico, y Claudio Ribeiro al clave solista. Disfrutadlo.
Continuamos hoy con el órgano de Bach y la relación que con Vivaldi entablábamos el 21 de marzo, escuchando una hechizante composición, considerada como concierto para órgano. En realidad está compuesta para órgano solo, pero, considerando la versatilidad y plasticidad que los varios teclados manuales que tiene el órgano y el teclado de mas bajo tono que constituye el pedalero, no hace falta conjunto instrumental ajeno al órgano para crear la estructura que todos conocemos de un concierto. Es el BWV 596, basado en el concerto grosso op 3 no. 11 de Vivaldi. Lo escuchamos en la maravillosa interpretación de Ton Koopman.
El concerto grosso en el que está basado lo escuchamos en interpretación de la orquesta de cámara eslovaca bajo la dirección de Bogdan Warchal. Es otra belleza de la música barroca, cada uno de sus movimientos y secciones. Un maravilloso representante, además, del estilo claramente italiano, fresco y alegre, de su compositor. No se puede hacer otra cosa que disfrutar y recoger la piel de gallina ante estas dos obras de hoy.
Hoy escuchamos un Preludio y Fuga, el BWV 548, en Mi menor. Lo escuchamos en interpretación del siempre maestro Karl Richter. Hacía tiempo que no admiraba una obra de Bach al órgano, que no me maravillaba con todos sus aspectos. Esa maestría en el contrapunto durante toda la obra, ese uso del pedalero casi igual de virtuosísticamente que los teclados de mano, a causa de lo que llegaron a decir que Johann Sebastian Bach era capaz de interpretar al pedalero del órgano lo que muchos clavecinistas no podían interpretar con las manos. Sin más, a disfrutar.
Continuando un hábito que no debía haberse perdido escuchamos una suite como fin a una semana. es la suite orquestal nº1 de Johann Sebastian Bach, "cuya" semana celebramos. Interpretada por la Orquesta Barroca de Amsterdam bajo la dirección de Ton Koopman.
El maravilloso 21 de marzo ha llegado, un día después de la llegada de la primavera, esta estación floreciente, bella y fresca, que tanta inspiración ha servido para artistas, entre los que no podemos evitar destacar compositores. Quizás la Primavera más recordada de todas sea la del cura rojo, el veneciano Antonio Vivaldi.
Pues hoy se cumple el centenario del nacimiento de Paul Tortelier, como anunciábamos a principio de la semana, reconocido violonchelista del siglo XX, que fue también compositor. Recordamos a esta importante figura de la interpretación y panorama musical a través de este concierto para cello, RV 424, del compositor que citábamos al comienzo, Vivaldi. Lo escuchamos al instrumento solista junto a los London Mozart Players bajo la dirección de Philip Ledger.
Escuchamos también su interpretación del 1er movimiento del concierto para violonchelo y orquesta de Elgar, con el que gana el primer premio del Conservatorio de París cuando solo contaba con 16 años. Lo admiramos junto a la Sinfónica de la BBC bajo la dirección de Malcolm Sargent.
Tal día como hoy de 1685, según el calendario juliano, nacía uno de los más grandes compositores, músicos, "artistas", que en el mundo hayan sido. Quizás podría ser considerado el Compositor con mayúsculas. Su arte al contrapunto e improvisación destacan con luz más intensa que la del sol. El genio de Eisenach, tal como el año pasado, vuelve a recibir homenaje en la semana Bachiana, que irá desde hoy 21, día en que nacía según el calendario juliano, al 31, según el calendario gregoriano. Hoy escuchamos, ya que es tan solo el primer día y venimos recordando a este interesante violonchelista, el primer movimiento, Prélude, de la suite para cello solo nº, BWV 1012, interpretada por Paul Tortelier.
Corta entrada para anunciar los aniversarios que se celebrarán esta semana, ambos el mismo día, el 21 de marzo. Tal día como aquel, de 1685 nacía en Eisenach Johann Sebastian Bach, según el calendario juliano. Desde ese día hasta el 31 de marzo, día en el que nacía según el calendario gregoriano, celebraremos la semana Bachiana. Además, tal día como aquel de 1914, esto es, hará 100 años, nacía Paul Tortelier en París, afamado cellista y compositor. En unión escucharemos un preludio de JS Bach, en concreto el preludio de la Suite nº1 para cello solo, BWV 1007, interpretado por Paul Tortelier. Disfrutadlo y sumíos en el inexplicable estado extático al que semejante belleza induce.
Nada menos que 300 años cumpliría hoy Carl Philipp Emanuel Bach. Realizamos esta entrada parca en palabras y profusa en música en su recuerdo.
He de reconocer al lector que la música recopilada en esta entrada no está cuidadosamente seleccionada, sino que se trata de una especie de "selección al azar" de conciertos del maestro CPE Bach, obtenida navegando por el virtual mundo.
Concierto para clave en sol mayor, Wq. 3; en interpretación de Miklós Spányi al clave acompañado por el Budapest Concerto Armonico, bajo la dirección de Péter Szüts.
Concierto para flauta en sol mayor, Wq. 169; en interpretación de Milos Jurkovic al instrumento solista, acompañado por la Orquesta de cámara Eslovaca, bajo la dirección de Bohdan Warchal.
Concierto para oboe en mi bemol mayor, Wq. 165; en interpretación de Anna Starr al oboe, acompañada de la orquesta Musica Poetica, bajo la dirección del también clavecinista Jörn Boysen.
Concierto para violonchelo en la menor, Wq. 170; en interpretación de Peter Burns al cello acompañado por la Akademie für Alte Musik Berlin.
En una sociedad poco a poco cambiante se convierte en asunto de imprescindible ataque esta lacra que no debería ennegrecer una sociedad supuestamente civilizada. Durante años la sociedad les ha atribuido una posición reducida, inferior que la de sus opuestos; una mancha negra que recaía y aún recae sobre la doble X, como si éstas marcasen impotencia, debilidad, inhabilidad, incapacidad... Ya es hora que una Y dé igual frente a una X, de que los manidos tópicos caigan por su propio peso más el de aquellos que tratamos de echarnos sobre ellos para tirarlos, de que ni por la genética, ni por la estética la sociedad discrimine, veje, repudie. Hoy concretamente exigimos esto con respecto a la materia de género, como habréis adivinado. Hoy más que nunca, ¡que vivan las mujeres!
En homenaje escuchamos música de dos compositoras, la primera, hermana de Felix Mendelssohn, es Fanny Mendelssohn, de la que hemos escuchado su Fantasía para cello y piano. La segunda será Clara Wieck, esposa de Robert Schumann, de quien escuchamos su Concierto para piano y orquesta. Como vemos, estas mujeres obtuvieron muchísima menos fama que sus familiares varones, símbolo perfecto de lo que exigíamos al comienzo que no se siguiese dando. Sirva esta entrada de homenaje a ellas, las Mujeres.
Hoy (técnicamente ayer ya) comienza la semana en la que se cumplirán los 300 años del nacimiento del quinto hijo del primer matrimonio de Johann Sebastian Bach con Maria Barbara Bach, Carl Philipp Emanuel Bach, compositor del período galante alemán, enclavado entre el Barroco y el Clasicismo. Escuchamos de él su concierto para violonchelo en la mayor, número de catálogo Wotquenne 172, concierto con el que conocí al compositor que nos concierne y con el que quedé encantado; en interpretación de Anner Bylsma al instrumento solista junto a la Orchestra of the Age of Enlightenment, bajo la dirección de Gustav Leonhardt.
Nuestro protagonista fue educado en música casi enteramente por su padre, teniendo, además, como padrino a Georg Philipp Telemann. No obstante, ya que un músico profesional podía ser tratado como un sirviente en las cortes de la época, Carl Philipp Emanuel estudió además jurisprudencia en la Universidad de Leipzig, y terminó sus estudios en Frankfurt an der Oder, en 1738, a la edad de 24. Tras esto pasa a formar parte de la orquesta real de Federico el Grande de Prusia ayudado por una recomendación por parte de Sylvius Leopold Weiss, compositor muy importante del Barroco tardío alemán, que rivalizó en improvisación con el mismo Johan Sebastian Bach, padre de nuestro protagonista. Weiss fue renombrado por su habilidad al laúd, siendo laudista de las cortes de Breslau, Roma y Dresde. Escuchamos de este compositor la "Tombeau sur la mort de Monsieur Comte de Logy", interpretada por Roberto Barto al laúd.
Pronto se convierte en uno de los más renombrados intérpretes de teclado de Europa. En 1746 ascendería a músico de cámara, donde sirvió junto a Carl Heinrich Graun, Johann Joachim Quantz o Franz Benda entre otros. De Graun escuchamos su concierto para clave en do menor, cuyos intérpretes no puedo especificar por faltar en la descripción del vídeo.
Claramente, el compositor que más influyó en la maduración estilística de nuestro protagonista fue su padre, Johann Sebastian, aunque también recogió inspiración creativa de su padrino Telemann, y de otros contemporáneos, como Händel o Graun. Además, su obra influyó sobre la Primera Escuela de Viena, contando sobre todo a Mozart, Beethoven o Haydn entre sus componentes. Aún en Berlín escribe el "Tratado sobre el verdadero arte de tocar instrumentos de cuerda", que lo señaló como uno de los mejores pedagogos musicales del XVIII, y con el que influyó en otros métodos publicados por otros grandes pedagogos futuros como serían Muzio Clementi o Johann Baptist Cramer.
A la muerte de su padrino (de quien acabamos de escuchar su concierto para flauta dulce en fa mayor, en interpretación de Dan Laurin a la flauta acompañado del conjunto "Arte dei Suonatori"), en 1768, nuestro Bach le sucede en su puesto de director musical de Hamburgo, puesto que compagina con el de compositor de la corte de la princess Anna Amalia, hermana de Federico el Grande, corte que había dejado al partir a Hamburgo. Bajo el patronazgo de la princesa, quien sentía especial gusto por el género del oratorio, aumentó notablemente la producción coral del compositor, quien en su nuevo puesto compuso numerosas obras sacras y servicios eclesiásticos, además de presentar obras de compositores contemporáneos, como su propio padre, Salieri, Telemann o Haydn.
Solo tres de los hijos que tuvo en matrimonio con Johanna Maria Dannemann sobrevivieron hasta la adultez: Johann Adam, Anna Carolina Philippina, y Johann Sebastian "el Joven"; de los que ninguno se dedico a la música. Carl Philipp Emanuel Bach falleció el 14 de diciembre de 1788 en Hamburgo.
Del más conocido Bach, padre de nuestro protagonista, como broche a esta entrada, escucharemos su Sinfonía nº 12, para clave, BVW 798, en interpretación de Peter Serkin.
Recomiendo, además, encarecidamente, escuchar la serie que el programa "Grandes Ciclos" de Radio Clásica de Radio Nacional de España está dedicando al compositor que hoy hemos homenajeado, y que comenzó ayer con la habitual crónica de la vida del protagonista, mucho mejor realizada, por Eva María Sandoval, que la que acabáis de leer, por un servidor (donde vamos a comparar, en fin...). Enlace al podcast del primer programa
