jueves, 11 de abril de 2013

No lo puedo resistir

Es demasiado adorable como para no enamorarse de ella. Su nombre es Selva y la casa donde viven mis hermanas le pertenece. Ella es muy dueña.

Cada vez que voy no puedo más que tenerla toda la noche en brazos, con su ronroneo, y esa patita sobre el brazo, como diciendo: "Tú te quedas a mis órdenes". Esos ojos felinos me tienen loco, son superiores a mis fuerzas, y no puedo evitar achucharla cada vez que te mira con esa cara. Mientras duerme, ese rosco, esa bola de pelo, que respira, que se mueve acompasadamente, regularmente, moviendo los radares que tiene por orejas, sin abrir los ojos pero enterándose de todo... es irresistible.

En fin, mientras la veía dormir me he acordado del "Dúo de los gatos", de Rossini, y la interpretación tan graciosa de estos dos niños, ahí la dejo. Miau a todos.





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