miércoles, 22 de mayo de 2013

200 años

Hoy se cumple el bicentenario del gran compositor de Leipzig, Richard Wagner. Personaje controvertido en muchos aspectos, entre los que destacan la ideología o la composición operística, destacó por esta última, llevando a cabo grandes óperas de las que él mismo asumía el libretto, que requerían (y requieren) un gran derroche de personajes y escenografía. Además, sus óperas, que él mismo calificó de "dramas musicales", pueden calificarse de eso mismo, ya que difiere brutalmente de lo que hasta ahora se había compuesto, es una ruptura abismal. De hecho, como esta mañana señalaba el Martín Llade en "Todas las mañanas del Mundo", escuchar una ópera de Wagner es un acto casi religioso, para el que hay que prepararse mental y emocionalmente antes, y hay que afrontar en su duración con gran entereza y disfrutándolo profundamente y que, una vez terminado, deja huella, si no el resto de la vida, un largo tiempo.

Escucharemos hoy el "Coro de los Peregrinos", de su ópera Tannhäuser, y le dedicaremos algo más de tiempo un poco más adelante.


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